Descripción

Este blog forma parte del proyecto narrativo Cuéntalo Todo, bajo la dirección del maestro Sandro Cohen dentro de la materia Redacción Universitaria del Departamento de Humanidades, División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Oppa



—Disculpa, me llamó Lee Hyung-Min. No te pregunté tu nombre, me lo podrías decir.
— Mi nombre es Alma. Tu nombre no parece japonés parece más co… —él se rio antes de que terminará de hablar.
—La verdad es que soy coreano.
—Creí que eras japonés, ya que hablas muy bien el idioma. Disculpa pero ya me tengo que ir.
— Espero que nos volvamos a ver pronto— me dijo Hyung-Min mientras yo tomaba mi maleta.
Camino a mi casa pensé en si algún día volvería ver a Jun. Al llegar a mi casa solo avente mi equipaje y me fui a dormir. El día siguiente cuando estaba desempacando me di cuenta de que había tomado la maleta equivocada. La maleta tenía una etiqueta con un numero escrito en. Marqué el número para saber de quien era la maleta que había tomado por error.
—Diga —contestó un hombre.
—Disculpe la molestia, per creo que tomé su maleta por error en el aeropuerto.
—Espere un momento mientras reviso mi equipaje.
—Claro —espere por unos cuantos minutos.
—Está en lo correcto y al parecer yo tengo su maleta.
Quedamos de vernos para intercambiar las maletas. Me sorprendí mucho al ver que la maleta era de Hyung-Min


domingo, 18 de noviembre de 2012

Sayonara



En el aeropuerto de Narita Jun insistió para que no me fuera de Japón. Yo solo le dije lo siento, me di la vuelta y continúe caminado mientras pensaba en que realmente quería quedarme. Creí que él me detendría, pero no fue así. Estaba muy triste porque él ya no volvió a pedirme que me quedara. En ese momento sentí que mi corazón se partió en dos. Di la vuelta y le dije sayonara  Jun con una gran sonrisa, fingida, en el rostro. Él solo me sonrió. Antes de derramar una lágrima seguí caminando.
Abordé el avión y tomé mi asiento. Me tocó sentarme al lado de un lindo joven. Las azafatas dieron indicaciones, y el avión estaba apunto de despegar. Llamé a una de las aeromozas para pedirle una manta, ya que solo quería descansar un poco y olvidar lo sucedido. Sentía que ese día había sido el más difícil de mi vida. Me quedé dormida sin darme cuenta. Dos horas después desperté, y cuando abrí los ojos estaba recostada en el hombro de la persona sentada a mi lado. Estaba muy avergonzada por lo sucedido. Cuando mire a mi lado vi que él me estaba observando. Me disculpé por lo ocurrido, luego me giré muy apenada, me recosté y me tapé con la frazada.
— Baka —muy avergonzada pensé en voz alta.
Daijobu desu ka? —me preguntó cuando escuchó lo que dije.
 Me quité la manta y asentí con la cabeza. Él solo me sonrió, su sonrisa era muy linda. En ese momento la azafata nos ofreció algo de comer.
—¿Les gustaría algo de beber o comer? —dijo la señorita aeromoza mientras veía al joven que estaba sentado a mi lado.
—Algo de beber, por favor —dijimos él y yo al mismo tiempo, y luego nos reímos.
La señorita nos dio agua mientras me miraba de manera extraña. No le tomé mucha importancia. Él y yo platicamos durante todo el vuelo. Cuando nos dimos cuenta ya habíamos arribado a México. Bajamos del avión, tomamos nuestro equipaje y nos dirigimos hacia la salida del aeropuerto. Me despedí de él. Mientras iba caminando sentí que alguien tomó mi mano, di la vuelta para ver de quien se trataba. Para mi sorpresa era el chico que conocí en el avión.
—Disculpa, me llamó Lee Hyung-Min. Me podrías decir cuál es tu nombre.
— Mi nombre es Alma. Tu nombre no parece japonés parece más co…(Continuará)

domingo, 11 de noviembre de 2012

Okaeri



Él me dijo que eran las 8:45 de la noche. No creí lo que acababa de escuchar. Tomamos un taxi para ir al aeropuerto de Narita. Para mi mala suerte había tráfico y fue imposible llegar a tiempo. Llegamos al aeropuerto a las 21:20 horas, y el avión ya había despegado. Compré un boleto para el vuelo de las seis de la tarde del día siguiente, ya que era el único que aún tenia lugar. No tenía suficiente dinero para quedarme en un hotel, así que pensé en quedarme a dormir en el aeropuerto. Pero Jun me ofreció quedarme en su casa.  Antes de que aceptara su propuesta él me insistió mucho. Luego nos dirigimos a su casa.
—¿Vives solo o con tus padres? —pregunté, ya que tenía mucha curiosidad al respecto.
—Vivo con mi pequeña hermana Aiko.
—¿Tienes más hermanos?
—Tengo una hermana mayor que vive en México. Su nombre es Sayuri.
Tadaima —dijo Jun cuando entramos a su casa.
Okaeri oniichan —respondió Aiko, la pequeña hermana de Jun.
—Ella es Alma y esta noche se va quedar a dormir aquí —él le dijo a su hermana mientras yo hacía una reverencia.
Cenamos y luego nos fuimos a dormir. Me quedé con Aiko en su habitación. Ella y yo conversamos mientras acomodábamos los futones en el piso.
—Oneechan, ¿de dónde eres? —preguntó Aiko con mucha curiosidad.

—Soy de México.
Oneechan, ¿oniisan y tú son novios?
—No, solo somos tomodachis.
—No te creo, oneechan —dijo Aiko con una gran sonrisa.
Apagamos las luces y nos fuimos a dormir. Al día siguiente nos levanté temprano. Les ayudé a preparar el desayuno y a hacer la limpieza. Después tomé un baño, me despedí de Aiko, ya que Jun me acompañaría al aeropuerto. Le agradecí a ambos por haber dejado que durmiera en su casa. Aiko me abrazó y me dijo: “Oneechan, cuídate mucho. Que no se te olvide mandarme un correo de vez en cuando”. Ella me escribió su e-mail en un trozo de papel.
 Jun y yo nos dirigimos al aeropuerto Narita. En el aeropuerto cuando me despedí de Jun, él me tomó del brazo.
Daisuki da yo —me dijo antes de darme un beso.
Nani? —dije muy sorprendida.
—No te vayas, Alma. Quédate por unos días más.
—No puedo. Tengo que regresar a México.